“Ejercer el derecho al juego, al deporte y a la recreación nos protege de
experiencias negavas, ya que nos ocupa el empo en algo que nos gusta y
que nos hace senr bien con nosotros mismos, lo que nos servirá para
construir un buen futuro”.

Crisan Ramos, Reportero Ciudadano de 17 años,
Corinto-Cauca.

Es necesario recordar que todos los niños, las niñas y los adolescentes tienen derecho al juego, al deporte y a la recreación. Más allá de ser acvidades para desarrollar en el empo libre, deben constuirse como una prioridad para el bienestar sico y emocional de la infancia y la adolescencia.

La ausencia de espacios para jugar, hacer deporte y recrearse, expone a la niñez a situaciones que pueden vulnerar su integridad, como el consumo de sustancias psicoactivas, la delincuencia y la deserción escolar. Ángela Rosales, directora Nacional de Aldeas Infantiles SOS, asegura que “Para un niño o una niña al que no se le garantice participar en actividades de juego y deportivas, va a ser difícil adaptarse a espacios donde tenga que socializar, cumplir normas y regularse a sí mismo, quedando expuesto a ambientes de violencia que vulneren su integridad”.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, OMS “La actividad física puede contribuir al desarrollo social de los jóvenes, dándoles la oportunidad de expresarse y fomentando la autoconfianza, la interacción social y la integración. Los jóvenes activos pueden adoptar con más facilidad otros comportamientos saludables, como evitar el consumo de tabaco, alcohol y drogas, y tienen mejor rendimiento escolar”.

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