“Tenemos derecho a nuestra familia y a saber de ellos. Duele mucho el no saber de la
familia, no verla ni saber cómo está. A mí me duele muchísimo no poder ver a mi papá
porque yo lo quiero y lo extraño mucho.”

Gabriela, 14 años. Está bajo protección del Estado.

A pesar de que cada niño y cada niña tiene el derecho a crecer en familia, como se establece en el artículo 22 del Código de la Infancia y la Adolescencia, hoy, cerca de 44 mil niños y niñas viven sin el apoyo de uno o ambos padres, e incluso sin el de su familia extensa. Ellos deben entrar a ser protegidos por el Estado, quien debe garantizar para los mismos o un fortalecimiento y reintegro familiar o la búsqueda de otros referentes consanguíneos que los puedan proteger y apoyar en su desarrollo integral. Cuando nada de esto es posible, el Estado tiene la obligación de brindar protección efectiva, y según las directrices de la ONU, desarrollo en un ambiente familiar.

Sin embargo, en 2011, en el país había 15’575.731 niños, niñas y adolescentes en Colombia, de esos 134.861 (2%) se encontraban en Proceso Administrativo de Restablecimiento de Derechos, más los casos extraprocesales. De estos, 4.107 (0,03%) fueron presentados a Comité de Adopciones, de los cuales 2.713 cuentan con la asignación de una familia.

Lamentablemente, Colombia tiene un camino largo que recorrer en garantizar el apoyo y fortalecimiento a las familias para evitar el maltrato a los niños por parte de sus propios parientes; y en garantizar que los niños y niñas que por diversas razones están bajo protección del Estado, especialmente aquellos que difícilmente podrán regresar con su familia biológica, puedan crecer en un contexto que sea lo más parecido a una familia, expresa Ximena Norato, Directora de la Agencia PANDI.

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