Con motivo del Día Mundial en contra de la utilización de niños en los conflictos armados, que se celebra el 12 de febrero, la campaña “Soñar es un derecho” y la Agencia PANDI prepararon un reportaje sobre cómo la violencia intrafamiliar es una de las razones por las cuales muchos menores de edad terminan en la filas de los grupos armados ilegales.

Bogotá, 12 de febrero 2013. En Colombia, la violencia contra la niñez es una problemática grave y a pesar de que los medios registran permanentemente nuevos casos visibilizando los esfuerzos de la sociedad y del Estado para proteger los derechos y la vida de esta población, éstos parecen no ser suficientes y las cifras siguen en aumento.

Desde 1996, con el estudio “Repercusiones de los conflictos armados sobre los niños”, elaborado por Graça Machel (ONU; 1996), se llama la atención sobre esta situación y resalta las graves afectaciones en la vida de las niñas y los niños.
Lo más preocupante de la situación es que el 84% de los casos de violencia ocurren del interior del hogar.

Entre los factores que propician la violencia en contra de los niños en sus hogares están los conflictos generados por las dificultades económicas, el consumo de drogas y alcohol por parte de los padres, y la incoherencia entre las normas que imparten a sus hijos y las que ellos mismos aplican. De estas situaciones se generan escenarios para el castigo psicológico, el maltrato físico, el trabajo infantil puesto que muchos de estos niños tienen que trabajar para llevar un sustento a su hogar, y en algunos casos, se presenta explotación sexual comercial propiciada por sus propios padres.

Todas estas situaciones, sumadas al hecho de que Colombia es un país con un conflicto armado de más de 50 años, hacen que muchos niños y niñas busquen opciones de vida alejados de sus hogares, haciéndoles vulnerables a escenarios de violencia aún peores como los grupos armados ilegales o las pandillas en las zonas urbanas.

El reclutamiento de menores de edad para su uso dentro del conflicto armado es un delito en Colombia y está penalizado por el Derecho Internacional Humanitario. Sin embargo, esta problemática ha encontrado un terreno allanado en los hogares donde los niños sufren violencia intrafamiliar.

Según el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses durante el año 2012, en el 84% de casos de violencia contra Niños, Niñas y Adolescentes, los responsables fueron miembros de su propia familia. En algunos casos los niños deciden dejar su hogar para escapar del maltrato, pero caen en ambientes más hostiles como grupos armados convirtiéndose en víctimas del reclutamiento ilícito.

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