Erradicar el trabajo infantil, un camello del Estado, la sociedad y la familia

Datos de la Fundación Telefónica sobre una población de 19.454 niños y niñas trabajadoras, que equivalen al 1% de la población total de menores de edad trabajadores del país y al 5% de esta misma población, en las 13 principales ciudades del país exponen importantes hallazgos que deben ser tenidos en cuenta para erradicar el trabajo infantil.  (Ver anexos informativos de cifras y fuentes de información).

Un 26,9% de los niños y niñas que han ingresando al programa Proniño, de dicha Fundación, han dejado de trabajar en un periodo no mayor a un año y medio, y un 25,5% de ellos lo han hecho en un periodo entre los 2 a 5 años. En total, a cierre de diciembre de 2010 el 36% de los niños y niñas que participan en programas de la Fundación, han dejado de trabajar, mientras el 46% ha reducido al menos un cuarto (25%) de su jornada laboral. El 12% restante no ha abandonado totalmente el trabajo.

Antes de entrar al programa Proniño, El 56% de los niños y niñas no recibía dinero por su trabajo lo que refuerza que la justificación “llevar ingresos a la casa” no es tan clara y que el tema va tomando más visos culturales y sociales que obligan a reenfocar los programas, hacia la atención integral de las familias y el cambio de patrones culturales e imaginarios sociales que por siglos han permitido la vulneración de los derechos de la niñez.

“Son tres actores: El Estado, la familia y la sociedad los que tienen que actuar juntos, de manera articulada y sostenida para lograr resultados en esta tarea que nos involucra a todos. Sí, a todos porque la sociedad somos todos: la empresas, que deben velar porque en la cadena de producción de sus bienes o servicios no haya manos infantiles; los ciudadanos, que no debemos estimular el trabajo infantil, y decir de manera permanente “aquí estoy en contra del trabajo infantil” con hechos concretos: no debemos comprar nada que vendan los niños, no apoyar la mendicidad ni los trabajos en las calles y exigir a nuestros proveedores la garantía de que lo que llevamos a casa no está impidiendo el desarrollo de un niño o niña; las organizaciones sociales que de la mano del estado protegen a los niño y niñas; la academia que nos ayuda a entender más y mejor este fenómenos y muy importante, los periodistas, que cada vez con más responsabilidad y claridad denuncian el trabajo infantil como una vulneración a los derechos humanos de los niños y de las niñas, y con ellos llegamos con un mensaje claro a la familia y presionamos el actuar del Estado”. Así lo confirma Claudia Aparicio, directora de la Fundación Telefónica para Colombia.

A nivel mundial, la “Hoja de ruta para lograr la eliminación de las peores formas de trabajo infantil para 2016[1]“, y a nivel nacional la “Estrategia Nacional para prevenir y erradicar las peores formas de trabajo infantil” orientan la erradicación del Trabajo Infantil TI mediante el involucramiento de las organizaciones públicas y privadas y la familia; Pero, con 1,8 millones de niños y de niñas colombianas trabajando y más de 200 millones en el mundo entero, la meta de lograr la erradicación para 2016 no se ve tan clara.

[1] (“Hacia un mundo sin trabajo infantil – Pasos hacia 2016”. Hoja de ruta desarrollada en la conferencia mundial sobre el trabajo infantil. La Haya, Holanda, 2010).

 

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