• En el país, de cada 100 hogares 52,2 se encuentran en inseguridad alimentaria, incluso, en los hogares con el índice de riqueza más alto, el 33% están en esta condición. Ello demuestra que no solo es por falta de dinero sino por no tener o suministrar una alimentación correcta.
  • Las habilidades que se tejen durante la primera infancia constituyen los cimientos de las distintas competencias que se desarrollan, durante el proceso de la vida y que son un prerrequisito indispensable en el éxito y competitividad de las sociedades productivas, por lo que es importante hacer un alto en el camino y reflexionar sobre cuáles son los ciudadanos que queremos que hagan parte de nuestras comunidades

La desnutrición crónica (DNC), es una condición que afecta a los niños[1] en los primeros 5 años, como resultado de la ingesta insuficiente de alimentos en cantidad y calidad durante un tiempo prolongado, así como de la utilización de sistemas de agua y saneamiento insalubres y las prácticas deficientes de salud y alimentación. Esta se manifiesta físicamente con retraso en el crecimiento, es decir, en una baja estatura con respecto a la edad. También se manifiesta en la afectación del desarrollo cerebral y emocional con consecuencias en el desarrollo integral.

Los niños que están dentro de sus primeros 1.000 días (entre su gestación y sus 2 años) están en el momento justo de recibir la nutrición adecuada, para desarrollar su cerebro, su cuerpo y su corazón. En este lapso es cuando la equidad tiene todo el sentido porque para ser competitivos, todos necesitamos emprender la lucha por el progreso personal y colectivo en condiciones similares. Los niños con desnutrición crónica compiten rezagados hasta el fin de sus días.

[1] La expresión niño, en este texto cobija a los géneros femenino y masculino.

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