Inclusión laboral, educativa y urbana: una apuesta al desarrollo económico y social del país
- En Colombia, solo el 15,5% de las personas con discapacidad tiene algún vínculo laboral. De ellas, solo el 2,5% tiene alguna remuneración.
- El 33% de estas personas entre 5 y 14 años y el 58,3% entre 15 y 19 años no asisten a la escuela y solo el 5,4% de los que estudian terminan el bachillerato.
Si bien, Colombia ratificó este año la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, aprobada por las Naciones Unidas en el año 2006, son muchos los retos en inclusión laboral, educación, accesibilidad e inversión social que el país debe tener presente. Este 3 de diciembre cuando se conmemora el ‘Día Mundial de las Personas con Discapacidad’, la Fundación Saldarriaga Concha quiere mostrar un balance de la situación que viven casi tres millones de colombianos, y expone los retos y desafíos que tenemos como Estado, empresarios y sociedad.
Las proyecciones del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) señalan que actualmente en el país existen 2,9 millones de personas con discapacidad, quienes representan el 6,4% de la población colombiana. No obstante, la Encuesta Nacional de Demografía y Salud, (ENDS)[1] menciona que esta cifra asciende al 7%, es decir, que más de tres millones de colombianos viven en esta condición.
Los datos del Dane indican que del total de las personas con discapacidad en el país, el 52,3% está en edad productiva, pero solo el 15,5% de ellas se encuentra realizando algún tipo de trabajo. De igual manera, la entidad señala que solo el 2,5% de este grupo de la población obtiene remuneración de un salario mínimo legal vigente.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), las personas con discapacidad tienen más probabilidades de estar desempleadas y generalmente ganan menos cuando trabajan. Un estudio reciente de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) comprobó que, en 27 países, las personas con discapacidad en edad de trabajar, en comparación con las personas sin discapacidad, experimentan desventajas significativas en el mercado laboral y tienen peores oportunidades de empleo.
[1] Encuesta Nacional de Demografía y Salud, ENDS – 2010.
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