• Los niños que recibieron formas de castigo físico o humillante como palmadas, encierros, agarrones o cachetadas, tienen más riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares, artritis y obesidad. Revista Pediatrics[1].
  • Deterioro de la capacidad cognitiva, baja autoestima, más probabilidad de ser agredido y agresor en su vida adulta, son algunas consecuencias de este tipo de castigos. Psychological Bulletin.
  • Mantener una actitud positiva frente al castigo físico en su vida adulta y justificar el uso de violencia en contra de los propios hijos o de otros niños y niñas, es otro efecto de este tipo de actos violentos.
  • Perú, Argentina, Bolivia, Venezuela, Brasil, Uruguay, Paraguay, Costar Rica, ya tienen una ley que prohíbe cualquier tipo de castigo físico. Ver anexo, mapa de países comprometidos con la abolición del castigo físico. “Lo más difícil de la crianza no es controlar a los niños y a las niñas, es aprender a controlarnos como padres y madres. Criar hombres y mujeres de bien se hace con amor, dedicándoles tiempo para el aprendizaje, la recreación, respetándoles en su dignidad humana y en cada uno de sus derechos”. Alianza por la Niñez Colombiana.

La Alianza por la Niñez Colombiana tiene el primer borrador de un proyecto de ley para que Colombia se ponga al día con los mandatos en derechos humanos y niñez y prohíba, en todos los ámbitos el uso de cualquier tipo de castigo físico y/o humillante. El ICBF ha sido aliado en el proceso y lo ha venido acompañando en su desarrollo. Se espera radicarlo en febrero de 2019.

El castigo físico y humillante es la forma de violencia más usada en contra de los niños y de las niñas en todo el mundo. Este tipo de violencia se diferencia del maltrato porque el uso de la fuerza se da para hacerle vivir al niño/a una experiencia de dolor, sin causar una herida, o al menos no visible.

En Colombia, no existen estudios sobre la incidencia real del castigo físico y humillante, lo cual es claro reflejo de la normalidad: no se investiga lo que no “hace ruido”, lo que es lo normal.

“Pegarle a los niños y a las niñas es tan normal que cuando se habla de abolir el castigo físico y humillante se hacen encuestas sobre a quién le parece que está bien y a quién no le parece… como si no estuviéramos hablando de pedir que se respete un derecho humano. ¿Cómo sería la misma encuesta preguntando si les parece o no pegarle a las mujeres? ¡¡Los niños son seres humanos!! Y eso no habría que recordarlo”, recalca la Alianza por la Niñez Colombiana.

 

Abolir el castigo físico es cuestión de Derechos Humanos

Golpes con objetos como chanclas, zapatos, correas; arrojar objetos: libros, vasos, platos; usar partes del cuerpo para golpear o causar indisposición: coscorrones, pellizcos, empujones. O causar situaciones psicológicamente estresantes: encierros, posiciones incómodas, orejas de burro, siempre han sido las formas “normales” de tratar a los niños y a las niñas…

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